Pese a mi posición "antisistema" -tampoco es para tanto- ayer recibí varias muestras de cariño muy sinceras… de esas que, pese a la Navidad, a uno le hacen reflexionar sobre el valor de lo humano.

Y hoy, más de lo mismo. Desde que decidií ejercer mi libertad y romper con las cadenas que estrangulan en las grandes empresas y multinacionales, soy dueño de mi tiempo. Y hoy se lo he dedicado a mis dos peques -bueno eso de peques empieza a sonar regular- que tenían función en el cole. Y esto, querid@s, bien vale no esta Navidad, sino muchas más.

Una persona especial me dijo ayer "regálate un tiempo que dé algo, que te haga sonreír". Dicho y hecho. Fue una predicción. No, no me he reído… han sido carjadas… y encima (esto es herencia de mi abuelo Paco, el motrileño) ¡joé! llorando a moco tendido… peor que las abuelas.

Es lo que tiene ver el brillo en sus ojos… y acabaron con un villancio en inglés (out borders!)… All I want 4 chritsmas is U…

Es mi acto de contrición… y para ellos que hoy estuviera es tan importante casi como que los Reyes Magos vendrán…