El graduado

¿Quién no se sintió alguna vez atraído por Mrs Robinson? 

¿Nadie se ha acercado a la piscina de su amiga de cole y descubrió a una mamá robinsoninana que mostraba con dulce exceso unas piernas idílicas o dejaba ver un generoso escote sustentado por dos triángulos de las bermudas, mortales de necesidad, que nos llevaban a perdernos en las vías del autoplacer cargado de acné y calor?

¡Qué dulce sabor amargo el de aquel ¿me pones crema? que conseguía erecciones permanentes que obligaban a sumergidas de larga duración!

El verano llega ahora con mamás en topless y tangas brasileiros. Siliconas del dutyfree, dientes blanqueados con colón y glúteos amasados en el fino arte del fitness…

Quiero volver a ser un candidato a graduado