Sep
21
2006El primer envite
Ya vienen las calles solas hablando entre ellas;
los azulejos están limpios por la goma del gentil hombre de la cuba;
el cartero me trajo las últimas cartas de las chicas que se quedaron en Puerto España;
y ella, la melodía de la isla, se quedó prendida en un chapa en la solapa de mi chaqueta.
El primer envite de melancolía, lo superamos.
Mañana, es ya hoy y en breve, será ayer.
Y huelo el aroma del jazmín que aquella noche cogiste entre tus labios…
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