Diario IDEAL 18 enero 2012

Lamento decirte, querido lector, que hoy no estoy ni muy filosófico, ni muy sexual, ni muy poético, ni nada acabado en ‘ico’… sólo terrenal. Quizá prosaico y demasiado liado en los avatares de la economía casera que tanto nos resta de cara a poder llegar a final de mes o, al menos, llegar, pero de forma honrosa. Por tanto, subiendo esta ‘cuestaka’ de enero, hoy tengo a bien llevarme a la boca un pedacito de realidad, de la que nos rodea y que me gustaría compartir contigo. La primera es que este año no he corrido San Antón. La verdad es que anoche sentía no haberlo hecho. Lunes, distancia, y algo de pereza ante una prueba a la que le falta un toque de organización profesional. No se me suban a las barbas. Me explico. Una carrera con más de cuatro o cinco mil tíos como locos corriendo por las calles de Jaén, requiere ya de un tratamiento ordenado. Hay que colocar a los corredores por tiempos. Las calles deberían estar bien señalizadas. Y sobre todo, luchar porque esta carrera tenga la proyección mediática que se merece. O sea, lo dicho: subir un peldaño en la profesionalización por muy popular que sea. Y este año más. José Enrique en esto tiene tajo también. En fin, mientras tanto se me caen los palos del sombrajo al ver la faraónica obra del ‘trenito’ durmiendo el sueño de los justos. ¿O eran justas?

Rajoy ya gobierna. Fraga ya descansa. El PSOE debate y en Andalucía esperamos como agua de mayo (es marzo) que por fin se nos convoque a las urnas para acabar con 31 años de socialismo cortijeril que ha convertido este trozo del mapa de España, en una república soviética, donde ya se mezcla, poder, sexo y drogas. Si es que ni en una comunidad de vecinos se puede tener 31 años al mismo tío dirigiendo el chiringuito. Es que no es sano, querido lector/a aunque seas de izquierdas, que no puede ser, amig@, ¡que nooooo!

Pero esto da igual. Ahora se inventan planes marshalls como si Andalucía saliera de una guerra o algo así y se olvidara que los mismos señoritos llevan en el poder más de tres décadas…  véase el PRI mexicano ¿te acuerdas? Así que por esta parte, y por lo que me toca, sin votar desde hace muchos años al PP, me alegraré que en Andalucía, por fin, llegue el siglo XXI.

Como tengo amigos en uno y otro lado, ahora recuerdo a Fraga rompiendo aquella carta, ‘¡ni tutelas ni tu tías! que viví en vivo en director en Sevilla en el congreso que eligió a Aznar presidente del PP. Por mi formación, tuve y hube de estudiar lo que su cabeza, junto al resto de ‘papás’ se plasmó en la Constitución, ese librito que, por cierto, la inmesa mayoría de los españoles ignora qué dice. Ahora que lo pienso, mira que he estado en líos y lugares… qué bárbaro. Y nos van a contar cosas de La Pepa… de 1812… si no sabemos qué dice la de 1978.

Hablando de lugares. La semana que viene me las piro ‘again’ a Londres. Seguimos con el empeño de que el #aove (hashtag de Twitter) -o sea, aceite de oliva virgen extra- valga su justo precio en origen y en destino, y que cada vez haya más enamorados de este singular producto, por cierto, día tras día más abandonado por casi todos… Jaén, capital mundial de las aceiteras rellenables… o sea, ‘vergüenzaka’ total. Esto no lo cambiamos ni en otros 30 años…

Querría hablar de muchas más cosas que he visto, leído y oído esta semana, pero es que no me da ni tiempo ni me queda papel. ¡Ah! Uno de los propósitos del año 2012 era correr una prueba cada mes. Esta semana, por fin, llega la competición: la Media Maratón de Getafe. Nada comparable con los 60 ‘kilometrakos’ que nos esperan en septiembre en las montañas de León. Vamos a cascar pero el ‘team’ Llévamepronto va creciendo.

En un ratejo estamos en febrero y ya atisbo en la lejanía el agradable olor de la primavera. La semana que viene ya veremos de qué palo voy, pero paseando mis huesos por los húmedos recovecos que vieron a Jack el Destripador, seguro que se me ocurre componer una sinfonía erótica que nos lleve a los extremos de Jean-Baptiste Grenouille. Es lo que tiene viajar. Cuando estás aquí quieres ir allí y cuando llegas allí, te gusta lo de aquí.

El ser humano es así de perro del hortelano, aunque el líder de la manada me diga lo contrario.  No me preguntes por la letra ‘k’. Sabes que me gusta tanto como a Juan Ramón su ‘j’.