Anoche volví a ver esta deliciosa película Broken flowers que en el año 2005 se llevó en Cannes, el  Gran Premio del Jurado. Dirigida por Jim Jarmusch y con una banda sonora de esas que molan tela, Bill Murray se come el sólo este melancólico drama que habla mucho del pasado. Una historia que rota alrededor de 4 mujeres, un posible hijo y la búsquede de un tiempo que, efectivamente, nunca volverá.

El hierático prota, está que se sale. Y el coro de mujeres implicadas, sensacionales cada una en su papel. La sexual Sharon Stone; la frustrada Frances Conroy; la visionaria Jessica Lange y la outsider Tilda Swinton, hacen un cuarteto digno de disfrutar durante 105 minutos de cine inteligente, con planos memorables -la máquina de escribir rosa es un poema en sí misma-, silencios indescriptibles y una atmósfera tan real, que te instalas en el salón de Murray desde el segurndo 1.

Un film muy recomendable y que, junto ‘El camino de los ingleses’ -comentario a parte- que vi el pasado sábado me ha reconciliado, de nuevo, con el cine que últimanente me había ofrecido cositas mediocres.