Good girl

El tren está apunto de partir. El andén se llena de millones de gotas de agua. El vapor que expulsa la locomotora hace casi irrespirable la atmósfera. Es hora de despedirse, de tomar rumbo a Calcuta. Allí, los hijos del horfelinato de San Luis descalzo, me esperan.

Ahora, en este trayecto, seré el viajero que aprendió a besar en las escalinatas de Montparnasse.

Y recuerdo un beso en la 5ª Avenida, oliendo el desconodido humo del último vagón metropolitano que cruzaba las tripas de Manhattan.

Y llegará el beso de aquel velero en el que buscábamos perdernos en la isla donde los sabios solían retirarse desnudos.

Y, mientras el tren inicia su marcha, recuerdo tu beso desafiando el oleaje entre aquellas dunas africanas, good girl.