La barriga de la mamá barcelonesa

Ya he tenido ocasión de manifestarme sobre las exhibicones de barrigas que algunas artistas han hecho en estos meses. Pero anoche volví a tener esa visión que a veces nos desmuestra, otra vez, que Dios existe.

Rondaban las 20 horas; estaba sentada en una de las esquinas más concurridas de Barcelona: concretamente en la cafetería Zurich en la Plaza de Cataluña. Es y será, seguro,  lo más transitado de la ciudad condal; a pocos metros las Ramblas y hay guiris a rabiar. Un poco más abajo fui agasajado por unos amigos entrañables. Pero ésa, no es la historia.

Compartía vistas con Nina, sí la de OT que se pidió una cerveza y un bikini. Yo tomaba un café con leche y un agua con gas.

De repente, ella, lunática, mágica, efímera, celestial… andaba sobre sus pies y sus chanclas vistiendo un ajustado pantalón blanco y una breve camiseta que no le tapaba más allá de la mitad de su tronco.

Al final una enorme cosmogonía de vida por llegar.

Fue un segundo maravilloso. La pude seguir con mi vista no más allá de unos metros…como en una pasarela.

Era ella: la vida, la tierra, la madre, la que amamanta y sufre.

Qué pena que algunas mujeres hayan renunciado a exhibir sus majestuosas señales de libertad y maternidad a cambio de unos pocos euros al mes.

Ese segundo me pareció tan sobrecogedor que hoy lo dejo aquí plasmado…ad eternum.