Nuestro periplo tiene algo de espóntaneo. A la hora de ir hacia Santander, decidimos atravesar Francia por su parte sur de este a oeste, entrado por La Jonquera y saliendo por Irún.

La carretera y sus vistas son impresionantemente bonita. Hasta Tarbes, sólo hay carretera nacional (un sentido por carril). En el camino descubrimos Foix, con una plaza bellísima y su castillo medieval. Allí tomamos unas omelettes espectaculares.

Desde Tarbes, pasando por Pau y llegando casi a Biarritz y San Juan de Luz, ya es autovía. El resto menso interesante: pasamos por Donosti, Bilbao y paramos en la misma playa del Sardinero, tras ocho horas de viaje.

Desde mi habitación del hotel, se ve el magnífico edificio.

Irún y sus alrededores bien valdrán otra entrada. San Juan de Luz, maravilloso, me recuerda a aquella camarera rubia a la que, en verano, iba casi a diario a ver porque me servía unas ensaladas estupendas. Y ella, además, me alegraba y de qué manera la vista enseñándome francés… pero eso es otra historia