19
2008La puerta
Apenas es perceptible la luz. Es casi imposible oír. Debes guiarte sólo por el tacto. Las paredes están cerca una de la otra. El pasillo es estrecho. Olor a cerrado, a clausura; incluso por una fracción de segundo me llega un leve recuerdo a tierra mojada. La humedad mantiene rígida mi espalda. Me asfixia la sensación de mareo.
He decidido dar el paso que falta. Con mi mano acaricio un pomo frío. Y llega la explosión. La luz blanca clava millones de alfileres en mis ojos. Antes de perder la vista, de tener una enorme mancha blanca que todo lo cubre, consigo verte escondida tras la puerta.
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