La soledad del corredor de fondo

Esta frase convive últimante mucho conmigo.  Me llegan anotaciones de un blog de  idéntico nombre. Tecleo la frase en Google y salen  cientos de búsquedas: maratón, una película, libros, blogs, Sillitoe…

Es verdad que aquellos deportes en los que interviene el tiempo y la distancia (o espacio entre dos puntos), la soledad es una enemiga a batir. O quizá no. A estas horas de la noche, la soledad del tecleador de palabras, hilvanador de frases, costurero de párrafos o empaquetador de hojas, es igualmente asesina. O quizá no. Ahí están las Diez soledades de un ejecutivo, incluso.

Ahora que he regresado a viejas prácticas deportivas, siempre en soledad, cierto es que en tantos minutos en los que uno está solo, es inabarcable o inimaginable, las extrañas letras, palabaras, frases, párrafos que uno es capaz de concebir en un autosilencio. Oyes, solo, la música y/o tu respiración.

La soledad del corredor de fondo… en el día, como en la noche.