Llevaba ya varios años trabajando en el proyecto. Sufría por los eternos recortes que, cada mes, le aplicaban desde la dirección de la Universidad. Una institución como ésa, no podía permitirse el lujo de seguir investigando algo que no parecía que tuviera visos de ser real. Hacía  años que el hombre estaba habitando Marte, que los Polos habían recobrado sus respectivas masas de hielo. La ciencia daba respuesta a casi todo. Incluso la nueva división territorial alcanzada por las religiones mayoritarias, había traído una paz globalduradera.

Él estaba cerca de encontrar la respuesta. Millones horas daría, antes o después, sus frutos. Sin embargo se deshacía por segundos al comprobar, una y otra vez, que la pizarra electrónica con milles de cálculos numéricos y algorítmicos, apuntaban a un lugar exacto de latitud y longitud. No lo dudó. Emprendió la marcha con varios aparatos electrónicos que pudieran refrendar sus afirmaciones.

El lugar: el aparcamiento de una conocida cadena comercial. Apenas sin respiración, y guiado por su Situador GSPMS, atravesó la puerta roja que, de inmediato, resolvía el misterio.

Allí estaban. ¡Existían! Acomodando su respiración, preguntó con la voz entrecortada: ¿sois los pilares de Gea?

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