Abr
27
2008Luchadoras en la tormenta
Afilan el perfil del horizonte. No descuadran el poder de las nubes. Se empapan de electricidad. La transforman en raices terráneas. Se pueden contemplar desde lo más alto del minarete. No hay cantos. Saludos metálicos.
Escamas envueltas en gasas místicas. Exhibición gratuita para mirones átonos.
Un gineceo para el sacrificio.
Y la sangre enrojecerá la roca, la roca gris, la blanca y hasta la más negra.
Guerreras, caudillas, heroínas sin jeringa. Sublime muestra de raza.
El trofeo: mostrar la pápula cosida en una interminable cicatriz post parto.
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