Conocí a Luisa González, en otra vida. En una vida, que ahora, es sueño… y los sueños, sueños son. Leí su primera novela El buscador de guacas, muy alabada por la crítica por su prosa viva y sensual; publicó con Publicatuslibros.com su Estatua de sal y ahora presenta, gracias a la Editorial Edhasa,  La posada de las almas una obra mágica, dotada de una atmósfera y unos personajes especiales, un espléndido paisaje humano en que los sentimientos afloran con intensidad.

Basada en un hecho real, la desaparición de un pueblo bajo las aguas de un pantano, esta novela nos traslada a una pequeña y olvidada comunidad rural en pleno franquismo, una sociedad anclada en rutinas inmutables que está a punto de sucumbir víctima de la planificación de un poder superior y lejano. Sólo Eliseo, un poeta viudo consagrado a perpetuar la memoria de su mujer, se negará a abandonar el pueblo, llevando su resistencia hasta las últimas consecuencias.

Una novela delicada, intimista, pulida como una joya, que explora los rincones de la pasión y de la memoria, tanto individual como colectiva.