Me escapo contigo… ¡espérame!

La carretera es ella… con sus curvas… sus desniveles… sus montes… llanuras… badenes… grietas.

La vida… rubia, negra, o marrón… sobrevivir en el asfalto…

Suena la canción de la despedida mientras ella se envuelve en la bandera que me prestará cuando conquistemos con nuestro cuarteto de cuerda la salvación de los navegantes…

Navegaremos, soñaremos… y un día volveremos… pero yo no quiero volver… no quiero regresar… quiero encadenarme a sus tobillos y amamantarme sobre el pespunte de la autovía de esta vida que no tiene fin… fin de trayecto… fin de algo… re fin…

No me esperéis… os escribiré desde Venus… su monte, o quizá, si el río no me ahoga, desde las dos orillas que separan sus labios de color café… 

Me voy a intoxicar de libertad… contigo…

Me escapo… ¡espérame!