Me quedé dormida (dialoguillo)

– Amparo, me han llamado de tu oficina para decirme que te quedaste dormida…

– No, no estuve en esa comida, Pepe.

– Amparito, no se trata de comer sino de dormir.

– ¿La mona?

– No en la oficina.

– Y si no llevo las gafas, el cloro me molestará, Pepe.

– Amparo que no me líes… que siempre me lías… nada de gafas, ni de comer, ni de monos… ¡dormir!

– ¡Ah! es que tenía frío, le día al anis del mono y me quedé frita en el ordenador.

– Pues eso Amparo, pero la próxima, me la pones en la boca

– ¿El qué Pepe?

– Esa almohada que usas en la ofi

– Pepeeeeeeeeee que me pierdes.