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2006*Mi nueva mascota (Buscamúsica.org-Octubre 06)
Atrásva quedando aquella época en la que muchas personas, paracombatir su soledad, optaban por tener en su casa un loro, un perro oun gato. Esto, a la larga, sobre todo cuando llegaban las vacaciones,obligaba a sus dueños a dejar animales vagabundos por estastierras de Dios. Sin embargo, y he de reconocer que jamásantes me lo podía imaginar, ha nacido una nueva mascota que niensucia, ni se queja, es ecológica y gasta una “tarifaplana”. Se llama Internet.
A mime gusta más la palabra Red ya que lleva implícito enel térmito el poder quedar atrapado entre sus infinitos hilos.Con esta mascota, de la que tampoco se debe abusar, uno es raro quese sienta solo. Siempre hay alguien al otro lado de la pantalla quedesea contarnos algo.
Lastiendas se pueden visitar y sobre todo, si te apetece fumar, tumascota no se quejará. Tampoco se quejarán tusinvitados. Además con esta mascota puedes viajar a muy bajoprecio por todo el mundo. Cierto es que no podemos sustituir elarrullo de los borreguetes marítimos, con el clic-clic-clic deun ratón visitando páginas de fotografíasmarinas, pero en una noche de noviembre, desde lo más alto deun pico escarpado, nos podemos relajar viendo cómo seránuestro verano de ensueño.
Porúltimo y para no excederme en la extensión que se metiene asignada desde esta nuestra revista-periódico, indicarque la nueva mascota aporta a nuestra vida un elemento que hasta hacebien poco era impensable. De su mano nos pueden conocer en todo elMundo. Sí en todo el Mundo, con mayúsculas. Nos dejamosde fronteras, nacionalismo ombliguistas, lenguas excluyentes,banderas sectarias. En la Red nada de esto existe. Es un inmensoterritorio en el que las fronteras sólo te las impones cuandonavegas y crees que es imposible seguir abriendo ventanas,consultando información o leyendo poesía. Es un enormeocéano donde encallan muy pocos y los diccionarios, esos que“paran las balas” como dice Sabina, son, además, gratis.Me refería al principio que hasta hace bien poco, hablo detres o cuatro años, no creía demasiado en las bondadesde esta mascota. Ahora la recomiendo. Pero con una advertencia deesas que aparecen patrocinadas por todos los ministerios públicos:todo, con exceso, es malo. También esto. Juega con tu mascotacon moderación. Es un consejo del navegante errante.
* Colaboración Octubre revista-periódico Buscamúsica.org
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