No es una causa perdida.

Somos los primeros productores de aceite de oliva virgen extra del mundo. Y sin embargo, no exigimos calidad.

Nos dejamos engañar por unas aceiteras sucias, enranciadas y en mal estado que envilece la calidad de nuestros oleocaldos.

Denuncia estas prácticas. Exige conocer qué consumes.

Di ¡no a los envases rellenables en la hostelería!

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