Cuaderno de bitácora: día 19

Salir de Verde fue necesario.

Allí sus nuevos probladores habían tomado la decisión de construir unidades habitacionales aisladas. Reunidos en torno al cruce de un XX con un XY, nacían necesariamente dos nuevas criaturas, también XX y XY. Sin embargo, algunos XX no pensamos nunca que esa fuera la verdadera y única combinación genética.

Contaba mi abuelo, uno de los primero habitantes de Verde, exiliado de la Tierra por escribir sobre la soledad del sistema ideado por los Señores de la Guerra, que en la Tierra, era posible unir a dos XX o bien, a dos XY. Incluso existía la opción, si la Naturaleza así lo quería, de que naciera un XXY.

En Verde, por dirección genética, las opciines eran las que eran. El Gran Consejo Repoblador de Verde así lo decidió en las primeras doceavas partes de una unidad de tiempo vital. No se caería en aquellos presuntos males que llevaron a los hombre y mujeres de la Tierra a enfrentarse entre sí, siempre dirigidos por los Señores que todo lo podían. De esta forma, pensaban que se salvarían del peor de las pesadillas de la Humanidad: la soledad. 

Fruto de ello fue la importanción, mutada genéticamente, de los intercomunicadores compulsivos. Si eras un XX solitario, autista social,  se te dirigía hacia otra XY. Ésta ya estaba conveniemente avisada de tus necesidades. Por eso las unidades de tiempo destinadas a relacionarse, eran una o menos de una. Así nacía una nueva unidad familiar. Su destino: la recién reasignada unidad habitacional aislada. Pese a ello, la epidemia de soledad se extendió. Grandes tormentos aquejaron a Verde. -Escribo esto envuelto en una situación dèjá vu-.

Algunos, sólo los elegidos, tras superar numerosas pruebas de todo tipo -sobre todo mentales- nos enrolaron en una mega misión espacial que debía hallar nuevos destinos; nuevas opciones de vida. Verde debería ser un día, un leve recuerdo.

Nómadas espaciales. Mi abuelo, lo fue de la Tierra. Y ahora a mi me toca serlo de Verde. Sin embargo, en mi deseo de volver hay una sombra larga de duda: aquí, en el espacio, en el Cosmos, no estoy solo. Se es nómada cruzando millones de unidades distancia, pero esto, sin duda no acaba aquí.