«Hay cosas que no pueden decirse, y es cierto. Pero esto que no puede decirse, es lo que se tiene que escribir. Descubrir el secreto y comunicarlo, son los dos acicates que mueven al escritor».

María Zambrano

Nunca te he dicho que esto que te voy a decir, debí decírtelo hace mucho tiempo. Es el tiempo el que me ha enseñado a no decirte lo que debería decirte.  Y todavía pienso que tengo tanto que decirte…

Siempre he creído que te diría lo que pienso; a su vez, he visto que lo que te tenía que decir, nunca te interesó demasiado. Es por eso que durante todo este tiempo de aprendizaje he sido mudo. Me hiciste mudo. Mudo para poder decir palabras. Mudo para escribirte lo que no me dejabas decir.

Y ahora, después de quitarme la venda de los ojos, la mordaza de la boca y los guantes de boxeo de mis manos, voy a decirte porque he dejado de hacerme el mundo que, pese a que no quieras escucharme o leerme, aún tengo mucho que decir y escribir.

No quiero dejar más huérfanos por el camino.