¡Ole por mi toro!

No creo haber escondido nunca mi pasión por la figura del toro. Por el toro de lidia, esa animal noble que, además, con el paso del tiempo se ha convertido en un tótem de España. Símbolo, nos guste o no, de lo que somos, nuestra Historia y por qué no, nuestras miserias.

Pero el motivo de alegría es que tres Toros de Osborne, uno de ellos situados en la A4, en la altura de Santa Eelena (Jaén), junto a los de Córdoba y Benahadux (Almería), van a ser declarados Bienes de Interés Cultural (BIC) por la Consejería de Cultuta. ¡Ole y olé!

Desde el punto de vista antropológico, el Toro de Osborne constituye un potente símbolo y un referente identificador de Andalucía, trascendiendo el soporte estético de la marca. La imagen proyectada esquematizada del toro de lidia representa un símbolo de buena parte de la cultura andaluza, plasmada en los rituales taurinos, herederos de la mediterraneidad.