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2010Oleocaldo: palabra pura 2.0
Diario IDEAL 26 mayo 2010
Ahora hace un año que ideé el proyecto iloveaceite.com. Desde entonces no he dejado de trabajar, estudiar, analizar y desarrollar todo tipos de actividades que me ayudasen a conocer mejor el sector y que me ofrecieran los mejores argumentos para llevara el aceite de oliva virgen extra a cualquier rincón del mundo. Aunque no lo creamos, el desconocimiento sobre este producto es supino. Empezando por la propia Jaén donde la ignorancia sobre el oro líquido roza cotas absolutamente insospechadas en comparación si habláramos de otros productos en otras zonas y/o países.
Pero como no quiero esforzarme en sacar de la ignorancia a quien lleva así muchos años, mirando siempre para otro lado, mi objetivo ha sido trazar elementos clave para que iloveaceite.com sea un proyecto empresarial que concibe el aceite de oliva virgen extra como un negocio que vincula y del que es fácil enamorarse. Por eso he tenido que revisar de principio a fin todo lo que hay en el mercado para ser ‘diferente’. En los tiempos que corren ser diferente, creativo y usar la herramientas modernas de difusión, es clave para conseguir posicionar un proyecto empresarial. Así mismo trabajar con conceptos únicos y diferenciadores que permitan identificar de forma clara tu producto. Ahí nació la idea de usar además de- la palabra oleocaldo como sinónimo de ‘puro zumo de aceituna’ que es, al fin y el cabo, el aceite de oliva virgen extra, que reúne unas condiciones de extracción y acidez muy concretas. Pero para saber si era acertada o no, dejé el veredicto de la palabreja en manos de la Red.
He usado la web 2.0 para conocer la opinión de los usuarios y a la vez recopilar argumentos, sobre todo lingüísticos, que me ayuden a defender estas nueve letras como palabra/concepto -otra más- que distinga sin ningún género de duda un producto exclusivo, sin defectos, sin mezclas y que por supuesto está muy lejos -hacia arriba, claro- de lo que se ofrece en lineales y/o marcas blancas, de las que ahora reniegan los que tanto ‘aparentan’ renegar de ellas pero no hacen nada para remediarlo instalados en el ‘statu quo’.
La respuesta a través de mi blog ‘Vagamundos’, la cuenta en Facebook, el grupo de iloveaceite.com en esta red social y de la plataforma de ‘microblogging’, Twitter, ha sido fantástica. No sólo ha gustado de forma aplastante este neologismo -que uso sin tilde, al ser llana, por lo que el acento lo coloco en la sílaba ‘cal’-; es que se afirma que se trata de una palabra eufónica, que economiza el lenguaje al identificar en una sola palabra el concepto de aceite de pureza máxima, de indudable raíz latina -se sugería ‘eleocaldo’, más griega-, que puede proponerse a la Academia de la Lengua para que la sume al RAE, que no se use entrecomillada o con bastardilla, y así hasta casi cincuenta argumentos diferentes. Se me ha apuntado también ‘caldóleo’ o simplemente que no se use porque puede haber confusión con los óleos pictóricos.
En todo caso ha sido una experiencia, para mí, gratificante. La respuestas ha sido excepcional, seria y desde luego me ha guiado sobre cómo se configuran las nuevas estrategias empresariales en este siglo XXI donde la opinión de los consumidores es ya de vital relevancia. No será ni la única ni la última acción que se diseñe para que la cultura común del olivo penetre en todas las sociedades que estén dispuestas a aprender, progresar y salir del marasmo cultural, social, gastronómico, económico, etc., etc.
Por eso sigo creyendo en Internet. Trabajar sin fronteras, en varios idiomas, con una visión global, es algo que, al margen de la cuenta de resultados, es tan emocionante y apasionante que bien vale el viaje. Otro más. El de iloveaceite.com, por ejemplo. Enjoy it!
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PA: me gustaría agredecer a tod@s l@s que han participado en esta iniciativa por sus opiniones, aportaciones y reflexiones. En IDEAL no tenía más espacio y desde aquí mi agradecimiento por crear esta palabra que seguro la llevaremos lejos. Un fuerte abrazo a tod@s porque sois padres 2.0 de ella.
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