Tras el verano, habíamos quedado en vernos. Podía haber sido cualquier otro día. Otra tarde. Otra mañana. Sin embargo, un simple mensaje de ‘¿nos vemos mañana?’ y las respuesta fue ‘¡Sí! Elige lugar y hora’.

Podría escribir una larga carta de amor o contar una bella historia de cómo unas piernas me enamoran cada vez que las veo. Ahora más que están saladas, como el Mar Mediterráneo. Sin embargo me conformo con mirar como ella mira, me y se deja mirar.

Sé que junta palabras, que inventa eso que otros llaman versos, que colecciona pasos en silencio por su castillo donde sólo su sombra reina, que con una vieja máquina taladra con tinta papeles buscando no olvidar(se) que escribir es el arte de desnudarse. Y mostrarlo, sin pudor, es el acto de valentía antes jamás relatado. Ella, activista del poema, cree en que para re-evolucionar no se necesita a un/a banquero/a; es imprescindible un(a) poeta (poetisa).

Tras un largo paseo por El Retiro, no puedo evitar seguir enganchado a su moño descosido.

*Algunas de las fotografías realizadas a Pilar, La Reina del Low Cost, en una sesión que celebramos en el El Retiro (Madrid), junto al Palacio de Cristal, con un vestido de Lourdes Moreno boutique.