Poderosa sinrazón

Bikini y tacón de aguja.

Piernas que ensombrecen a las columnas de Trajano.

Los Ángeles al fondo. Y los que vuelan soplando con sus trompetas notas dividas, se pintan las alas de negro para elegir su sexo. ¿Él o ellas? Todos aman a Mary. Y Dios cabreado sale a su balcón expulsando de nuevo a la pecadora Eva que, tras un bocado negro de tela, vuelve, una y otra vez a tentar a Adán. ¿O era Sísifo?

Nueva York será su nueva ciudad. Allí  no hay ángeles. Solo Harleys pistoneando con sus tubos lanzaguisantes de escape erectos. Y ella, diosa desde la terraza, saca un pecho para amamantar a los hijos del Todopoderoso. Y lo pobres miramos desde abajo, soñando un upskirt sin bragas.

Él, arriba, pide a RatzingerZ que nos mande a todos a rezar.

Y yo lo hago. Es mi virgen que todo lo enverga. ¡Así!