Porque…

Viajo donde no me llaman

        porque soy innombrable;

llego sin avisar

        porque soy una carta sin acuse de recibo;

vivo sin pedir permiso

    porque en la virtud de pedir, está el vicio de no dar;

no acabo de llegar

        porque siempre estuve aquí;

no tengo sombra

        porque mi sombrero está de huelga;

no preciso dormir

        porque me robaron los párpados;

y no me ahogo

        porque el mar no tiene esquinas. 

 

Nota de autor: Hay noches en Jaén que ni la noche es noche sino todo lo contrario