Preguntas sin respuestas

Diario IDEAL, 27 enero 2010

Cuando Calíope se va de rositas con el resto de sus amigas musas, a mí me deja más ‘tirao que una tángana’ y debo refugiarme en la puta realidad para poder eslabonar frases y así cumplir con esta columna. Total que no me queda más remedio que analizar lo que nos está pasando. Pero esta vez en vez de criticar haré un ejercicio casi de monólogo interior al estilo de James Joyce pero con puntación, no vaya a ser que te atragantes.

Vamos caminito de los cinco milloncejos de parados. Este mes de enero nos cepillaremos cien mil empleos más. No sé cuántos más quedan por destruir. Y me asalta una pregunta sin respuesta. ¿Cómo es posible que nuestros parlamentarios estén aún de vacaciones?

Prosigamos con los fenómenos paranormales. Días atrás, oí que de cada once horas que hecha de curro una trabajador asalariado, una hora del mismo va destinada a pagar a los liberados sindicales. ¿Para cuándo estas estructuras vivirán con el pan que ganen con el sudor de su frente, o sea, sus cuotas de afiliación?

Avanzamos. El ‘soe’ andaluz, dicen, está gripado. ¿Alguien cree que Arenas, que nunca ha ganado nada, nos sacará de la crisis? Si Chaves era/es acusado de llevar ‘más año que la tana’ en política ¿sabes cuántos lleva el jefe ‘pepero’ andaluz?

Giro a la economía: me desayuno con ‘El País’ la noticia de que casi el 80% de los empresarios cree que la política económica del gobierno es un desastre. Sólo el 0,89% la califica de muy buena. ¿Para cuándo Díaz Ferrán dejará paso a otro interlocutor que no tenga los bolsillos llenos de alquitrán?

Otra de dineros: los editores andaluces ya saben que este año no habrá subvenciones para sus libros. ¿Veremos por fin quién vale y quién no en este sector? ¿habrá un resurgimiento de los ‘verdaderos’ autores andaluces?

Los que nos jugamos a diario nuestro patrimonio personal, familiar, empresarial y todo nuestro crédito personal, profesional en diferentes proyectos empresariales sabemos lo que cuesta tener a un trabajador. ¿Cuándo alguien planteará, sin complejos, que las cargas sociales de los contratos son la sentencia de muerte de los mismos? No conozco otra forma de crecer y prosperar que invirtiendo y creando empresas. ¿Por qué Jaén sigue a la cola, mes tras mes, en este parámetro en Andalucía?

Son todas, preguntas sin respuesta. Pero por desgracia, mi pesimismo no es onírico o inventado. Es un simple reflejo de un día de lectura de prensa de cualquier color o tendencia editorial. Por no hablar de Internet. Ahí la puta realidad es aún más cruda: no hay censura. Y créeme, querido lector, o nos movemos o nos quedaremos embarrancados muchos años.

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