Este sábado, por fin, tras tres intentonas -la climatología- conseguíamos arrancar la cosecha 2012-2013 en la SCA Encarnación de Peal de Becerro, con la producción del mejor aceite del año, ya que estos primeros litros provienen de fincas, olivos y aceitunas especialmente seleccionadas por los técnicos de la DO ‘Sierra de Cazorla’.

Lo que conseguimos es un zumo de aceituna de tal calidad, que lo envasamos en una edición limitada muy especial.

El de este año, y ya van dos, reúne una caracteríticas organolépticas también excepcionales: frutado intensísimo con notas de hierba fresca, allozas, tomatera, alcachofa y plátano verde, con un amargor y picor medio bajo y muy equilibrado.

Indicar que la producción del aceite de oliva virgen extra, ese puro de aceituna, se realiza, básicamente de la siguiente forma: se recogen las aceitunas, se molturan/trituran -se hace una pasta-, se centrifuga esa pasta separándose las moléculas que tiene el aceite del resto de la aceituna (hueso, piel, pulpa…), se decanta ese zumo y en su caso, se filtra o no, para ser envasado.

Este año tras producir estos primeros y exquisitos litros de aceite de oliva virgen extra, en la SCA Encarnación organizamos una cata profesional donde seguimos aprendiendo sobre el arte de disfrutar, conocer y enamorarnos de estos oleocaldos tan excepcionales.

Este año para mí ha sido también muy especial porque he estado acompañado por mi hijo Alejandro que, con su olfato ya bien entrenado, se está especializando en este singular producto y asistió, como uno más, a esa cata profesional.

Es importante, desde pequeños, enseñar a estas generaciuones a saber disfrutar de lo mejor que tenemos en la provincia de Jaén y por ende en España, desde edades bien temparanas.

En esto, nuestros padres o abuelos, no cayeron, no por no querer, sino porque en aquellos años nadie les explicó nada sobre la calidad de los aceites de oliva.