02
2007Re-vuelta
Es la hora en que toca re-volver la mirada para darse cuenta de que aquel bocado frugal, el que Adán dió a la manzana, debió dárselo a Eva en la teta. Nos habríamos evitado muchos sudores… y estaríamos lanzamos al frenesí del descanso eterno, sin traje de pino y a la sombra de una buena palmera.
No; Adán, se equivocó.
Pasó luego al mejillón para refrescarse la boca… pero a los demás nos dejó con una condena de esas que te duran casi desde que te cimbreas como espermatozoide hasta que sólo eres ceniza esparcida por los aires del recuerdo.
Toca volver a volver… es decir, re-volver.
Puestos a cumplir, lo hacemos ( y con mucho gusto)… pero yo me habría quedado (con más gusto todavía) con la teta de Eva y la manzana la habría convertido en sidra.
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