Robin de Scott: Side B

Ciertamente podemos afirmar, sin ningún género de duda, que el tándem Scott-Crowe, funciona de maravilla. Si alguien se acerca a ver la nueva peli del creador de Blade Runner, que se olvide de todo lo deglutido hasta ahora ya que esta historia acaba donde empiezan todas las demás versiones repletas de leotardos verdes. Scott nos acerca una visión plan ‘cara B’ de este mito de la literatura inglesa que ha trascendido sus fronteras convirtiéndose en un héroe universal.

Este Robin de Scott, tiene mucho de su espectacular Gladiator, pero sin el lirismo metafórico que transmitía Máximo Décimo Meridio. Robin es más hierático en expresión y emociones. Quizá Scott, sin quererlo, ha dibujado muy bien a un español y a un inglés. El primero mucho más emotivo, es capaz de recorrer media Europa para llegar hasta su emérita morada, soñando con su familia y su trigal, mientras que el inglés, es capaz de hacer lo mismo usurpando la personalidad de un muerto para conseguir su fin: hacerse rico. Algo muy del perfil Sir Francis Drake.

Pero desde luego, anécdotas al margen, es una película que nos descubre a un Crowe que llena toda la pantalla y sólo se empequeñece -algo- ante la majestuosa presencia de von Sydow, en su evidente, recta final. Blanchett lo hace bien. Correcta. Mejor que Sienna Miller que habría quedado pequeñísima ante este inmenso y forzudo Crowe. 

De factura técnica perfecta, Robin Hood, tiene de Hood sólo el nombre. La historia hay que verla y conocerla. Las batallas, la acción, la ambientación es perfecta. Para mí escasita de música y lo pelos a lo Gladiator -decidido por Crowe unos días antes de empezar el rodaje-  hacen inevitables las comparaciones, pero estamos ante un película de las de ‘Época’.

Crowe, del que he visto casi todas sus películas, está a la altura del papel. Disfruta de una edad en la que podría hacer un biopic de Hernán Cortés, Elcano o Rodrigo Díaz de Vivar. Y si me aprietan, con algunos kilos menos y la barba teñida, haría un Jesucristo perfecto si un director y guionista hicieran una versión en la que destacaran sus valores humanos (mix entre lo mejor de la ‘Tentación’ de Scorsese y ‘La Pasión’ Gibson), que tan bien transmite Crowe, actor que jamás podrá hacer un papel de ‘malo’.

Más de dos horas de cine de primera. Desde luego se disfruta.