Say it right

En esta madlita ciudad no deja de llover. Es bladerunneriana hasta para eso. Oscura, tétrica; siempre, eternamente mojada, húmeda, lúgrubre. Debajo de mis cartones un día me encontraré a Brad Pitt  buscando al asesino del feto que su mujer llevaba en su útero. O a Charlize Theron portando sus ovarios sangrando tras haber dejado en blanco su pacto con el diablo.

Anoche vino a saludarme Frank Lucas. Me tocó en el hombro y me dijo:

¡Perro, cuánto tiempo sin verte! ¿Te chutas?

No amigo negro- le dije.

Eres jodido hasta para eso. Ya no monto ni a la bicicleta. El jaco me costó un buen puñado de dientes y que mis ‘güevos’ dejaran de expulsar esperma.

¿Qué fue de aquella joven con la que paseabas no hace mucho tiempo del brazo?- repreguntó.

Cabronazo emigrante africano. ¡Tú ni te acuerdas de eso! Estuviste en el talego hasta 1991. Y eso fue en el 85- repliqué.

Y ella llegó, de nuevo, sin avisar. Amartilló su revólver con aquel barrilete de platino; me colocó el  cañón gélido contra mi sién y ¡clam! 

Antes había gritado: say it right.