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2012Sientes por dentro que todos se van (V 2012)
Diario IDEAL 14 marzo 2012
No recuerdo iniciar un viaje que me lleve tanto tiempo fuera de España. Sería 1986, la segunda vez que viajara a Inglaterra, cuando permanecí allí un mes. Ahora, casi lo mismo. Salvando las distancias. Entonces me iba para aprender inglés. Ahora me voy para trabajar. No emigro pero casi que cojo mi maleta y mi guita para embarcar con destino a Londres a buscar nuevo sentido a mi actividad empresarial que, al final, paga las facturas de los platos rotos de las ilusiones de un emprendedor que, pese a todo, sigue creyendo en que en este mundo hay oportunidades de crecer.
Y lo hago porque aquí no hay más que luchar. Estamos de saldo y esquina. Pensando en el que el 29M unos señoritos que no luchan por los trabajadores -en el fondo van a perder su monopolio de esos millones de euros que rapiñan para engordar sus cuentas y sus organizaciones parapolíticas ausentes de democracia interna-, deben salir en las portadas para decir que en España nada o casi nada va bien. Pero casi que paso ya del tema. Es tanto asco el que siento por esta situación, personajes, organizaciones, etc, que dejo de sufrir por ello, y por tanto, se impone el ir a mi puta bola y que salga el sol por Antequera, aquí o en Apetejane, donde Cristo perdió el mechero.
La malenacolía de la marcha tiene ese algo de que te dejas partd de ti atrás, para recuperar otra parte de tí, allí, que encuentras aunque sea bajo el paraguas de un ‘zenquiu ser’. No recuerdo una salida, en el fondo y en la forma tan celebrada (por mí) como esta que, cuando leas la columna habré materializado.
Y volveré, aunque no tenga la más mínima gana de regresar. Y volveré como el rayo que no cesa, porque el destino, allí, se convierte en realidad aquí, porque si crezco allí, creceremos aquí. En el fondo, por antipatriota que soy
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