Sueño

¿Será verdad que cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?
G.A. Bécquer
 
 
Y por aquí ando,
descubriendo si estoy despierto o dormido,
si es preciso estar despierto o dormido;
creo que con estar es suficiente; no es poco; tal vez es demasiado.
Descoso y recoso imágenes, hilvanas o deshilachadas… ¡que más da!
¿Es obligatorio que dé?
No, es mejor, en caso de dar, siempre, no esperar a recibir.
Y si recibo, que sea una carta, de papel, con tu letra,
y hasta si me pides que te pida, te pediría un girón de tu sueño,
que no es otro que huir en vuelo presuroso.