El ejemplo de Alex Minsky es otro, de muchos que conocemos a diario, si bien éste, por su proyección mediática, puede y deber servir de referencia. ‘Corazón Púrpura’ de Afganistán, cayó en combate, perdió una pierna y pasó 47 días en coma. Tras regresar a EEUU, la depresión y el alcohol, fueron sus compañeras de fatigas.

Un día en el gimnasio donde se rehabilitaba, alguien le preguntó que si podía hacerle una foto. El accedió.

Hoy Alex es modelo de ropa interior y tiene toda una legión de seguidores. Su desgracia, esta vez, gracias a su perseverancia y ganas de superación se han convertido en su mejor bandera.

‘Sólo quiero que la gente me mire y no se rinda. Que no tiren la toalla’, ha declarado Alex a la cadena americana NBC.