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2011Un completo incompleto
Diario IDEAL, 30 marzo 2011
Algo así dice una coplilla de Jarabe de Palo. ¿Y si no fuera así? Pues sería un completo completo; o sea, un necio. Un necio completo o un idiota de remate. Por eso hay que estar o sentirse incompleto cada día. Esa ‘incompletud’ -qué flexible es el español ¡leche!- nos permite levantarnos cada mañana y pensar qué fichita nos meteremos en el cuerpo para ser un poco más incompletos porque cuanto más de todo, más de nada. Algo así como cada día se menos. Tal vez por la ‘infoxicación’ que vivimos o porque definitivamente la perfección sólo radica en Dios. Si me profesor de 4º de Mercantil supiera lo que aquella frase me ha marcado, tal vez daría por válidas mis andanzas universitarias donde, por cierto, no practicábamos botellón.
Pero eso de sentirse incompleto no no debe llevar a la desesperación o al pesimismo. Tengo una ángel de la guarda que me lo recuerda. ‘Nada de pesimismo. Eres incompleto, pero un optimista redomado’, afirma -más o menos-. Y como no tiene sexo, se queda en la gloria. Yo, incompleto, discutiendo sobre la felicidad con un ser asexuado. Debe ser el efecto de los chutes de endorfinas provocados por ese exceso de kilómetros que, gracias a mi incompresible forma de entender mis defectos, me lleva a hacer casi todos los días.
Por cierto, sobre defectos, el otro día vía ‘Feis’, un amigo dejó en el muro algo sobre los defectos de los demás… altura, peso… etc., cuando son niños. Y lo cabroncetes que son los chiquillos en el cole. Te pueden joder para toda la vida. Yo copié la leyenda y la pegué en mi muro añadiendo que no sólo el peso, la altura o ser más o menos mono es motivo para que te obvien. También ser miope de alta graduación te manda al rincón de los torpes, feos y quedas excluido de todos los partidos de fútbol. ¡Tú, con esas gafas, no puedes jugar! ¡Al puto banquillo, gafitas cuatro ojos capitán de los piojos! Incompleto para los restos.
Entonces, un día, te haces mayor y ves como los demás, con gafas o lentillas, son tan o más incompletos que tú y eso te deja un regusto a tostada de virgen extra royal con mermelada de naranja amarga que flipas.
Por eso hay que conocerse y reconocerse poniendo en la valor esas zonas que evidencian que uno es un ser incompleto. Vamos que estamos hechos a pedazos o recortes, que salen o no, según el día o el tipo con el te que encuentres en la calle. En todo caso al levantarte debes verte lo más completo posible y visualizar todo eso que vas a hacer para acercarte lo más posible al estado divino natural -y si tienes ángel de la guarda, mejor… te lo soplará todo al oído mientras te haces el dormido-.
Todo esto es para decir que la otra noche vi a Emilio Duró otra vez con Buenafuente y el tío me dio un buen rollo que me pregunté si verdaderamente merece la pena, a veces, mostrase pesimista. Pues no. Entrados en la primavera ya pienso en esas calíopes que descalzaran sus pies para mostrar las rojas uñas mientras que se atisba un cordón púrpura que sobresale por el borde de sus pantalones. Es la mejor señal de que ése es el camino de la salvación. O de perdición. No ahí se fue Tom Hanks. Yo tiro pa´ salvación que el cielo ya sabemos que está lleno de ángeles de la guarda que sí tienen sexo.
Ni dios, ni patria, ni justicia.
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