Y ella bailaba

Comienza a sonar la música; sus pasos, ligeros, abren el camino hacia el universo que está por inventar, que aún no ha llegado…y sin embargo, existe.

Compases…más pasos.

Abre sus manos; las palmas apuntan hacia algún lugar bajo la tierra o tal vez, hacia ningún lugar.

Se mueve…todo es movimiento: las ideas, las notas, el cuerpo, las gentes, los planetas…es cosmogonía en movimiento.

Nuevo fotograma: sus pies…están descalzos.

Danza gitana, danza plebeya, hoy aquí, mañana allí.

No perteneces a nadie, salvo a ti misma.

¿Sus pies?

Los maldigo…me enseñaron a bailar al son de las letras más dislocadas que los pentagramas pudieron jamás soportar.

Déjame que me acerque a ellos, besarlos, acariciarlos y bailar, una vez más, atado a tus tobillos.